A finales de la temporada pasada encurtimos los últimos melones de nuestros invernaderos para poder disfrutarlos a lo largo del otoño e invierno. Es el caso de esta receta que proponemos: Ensalada de tomate y melón encurtido con burrata. En temporada puedes usar melón fresco recién cortado y podrías añadirle unos trozos de pepino, que tiene notas de melón verde.
En esta colorida ensalada se funden sabores dulces, ácidos y picantes con texturas crujientes y cremosas. Estamos seguros de que si la pruebas, repetirás. Las cantidades son para dos personas, pero puedes hacerla para más comensales aumentando las cantidades.
Ingredientes ensalada de tomate y melón encurtido
- 250 gr. tomates cherry-pera
- 200 gr. melón encurtido
- 50 gr. de zanahoria encurtida
- 1 guindilla picante encurtida
- 1 bola de burrata (o mozzarella)
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Un puñado de rúcula
- Pimienta y sal
- Vinagre de Jerez (opcional)
Trocear los tomates, el melón y la guindilla. Mezclar en una ensaladera y salpimentar. Añadir la zanahoria encurtida y mezclar. Si fuera necesario añadir un poco de vinagre de Jerez buscando el equilibrio entre los sabores dulces y ácidos. Hay que tener en cuenta que los encurtidos ya tienen cierta acidez.
Agregar la rúcula fresca y abundante aceite de oliva virgen extra. Justo antes de servir, desmenuzar la burrata o un queso similar. Mezclar bien y servir.
Ingredientes alternativos
Si no tienes rúcula puedes sustituirla por albahaca, perejil, cilantro u orégano. La burrata podrías cambiarla por mozzarella o cualquier otro queso fresco y cremoso que encuentres. También puede probar a mezclar tomates cherry con otras variedades. Los productos encurtidos (melón, zanahoria y guindilla) podrías sustituirlos por frescos o por otras frutas y hortalizas que tengas encurtidas. ¿Cómo encurtimos estos productos vegetales? Mezclando cantidades a ojo de vinagre, agua, azúcar y un poco de sal y calentando a 70 grados durante una hora y media. De esta manera se crea un ecosistema ácido que evita la proliferación de bacterias perjudiciales. Luego se dejan enfriar y se guardan en la nevera en botes herméticos.
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